Treinta y cinco años de
residencia en Cochabamba, a los quince años de edad y entrando a la
adolescencia tuvo que cambiar de ciudad, colegio y los más doloroso sus amigos,
Patricia Gutiérrez con su hermana por
motivo de trabajo de su papá.
Hoy en la actualidad
ella es casada con Orosco Aguilar, madre de dos hijos, nacida en el Beni,
provincia Santa Ana de Yacuma, quien desde la muerte de su padre en el 2007 no
ha regresado a la cuna que la vió nacer.
“No extrañe la comida,
puej mi madre desde que eramos peladas, nos decía; ya a levantarse, al canto
del gallo, para hacer el desayuno que era masaco con café o té y es así es como nos cocinamos hasta ahora, lo que
extrañamos fue el cariño de madre, quien falleció cuando yo tenía 14 años”, nos
contó Paty, con gotas de lágrimas.
El primer año tuvo un costo que se llama nostalgia, pero al
pasar de los años, la vida se encargo de acogerla y mostrarle nuevas amigas,
sus hijos ya son casados, se convirtió en abuela y ahora tiene su nueva
familia, que la llena de vida, con la alegría que le dan sus nietos.
“Nada es fácil, pero
tener el corazón humilde ayuda mucho cuando estás en otra cultura", es el
consejo a los residentes cambas que argumento Paty.
Es así como muchas
personas se vienen a vivir a Cochabamba, por diferentes motivos, dejando varias
cosas en el pasado, encontrando nuevas, pero jamás olvidando su raíz de
procedencia.
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